Es preciso acondicionar el agua del grifo para convertirla en agua de acuario, apta para los peces. Esto lo conseguirá mediante los distintos tests que le indicarán los valores de PH del agua, la dureza de carbonato, etc.
El cloro y otras sustancias nocivas como los iones metálicos y diferentes sales ponen en peligro a peces, plantas y microorganismos.
Los criterios fundamentales del agua son en primer lugar la dureza de carbonato (KH) y el valor de pH.
Es preciso controlar y, en su caso, ajustar ambos valores antes de introducir peces en el agua. El valor de PH ideal depende de las especies de peces.
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